Se acabaron los besos absurdos.
Soy cero cariñosa. Y lo de dar besos me cuesta un montón. Nunca he entendido lo de dar un beso a una persona que acababa de conocer y que quizás ni la volvería a ver. Los besos los doy porque quiero a esa persona. Así que con el Coronavirus están contados. Algo bueno tenía que tener todo esto.