Mi sembradora de semillas me dijo una vez que los hijos eligen a los padres.
Sin duda yo podría haber elegido a mi madre por muchísimos motivos, como dice mi tía Leonor:- es que le pusieron Fina de nombre y es que es fina de verdad. Es una persona que nació sabiendo.
Pero la elegí principalmente por dos motivos:
Lo esencial es invisible para los ojos.
Mi Fina nació con piernas, con brazos, con una buena vista y buen oído, pero con un alma frágil. Hay personas que nacen pequeñas por dentro, personas que piensan que el mundo es capaz de tragárselas y con una sensibilidad enorme hacia los problemas propios y ajenos, mi Fina es de esas. Pero aún naciendo con el alma frágil es como la niña que sin brazos escribe con la boca, que sin piernas es capaz de recorrer un maratón, que naciendo sorda es capaz de tocar el violín y sin ver pintar millones de cuadros. Por eso la elegí, ella me ha enseñado, que por muy grande que sea el mundo, por muchos motivos que tengas para meterte en una cama y no salir porque el frío exterior te aterra, siempre debes levantarte y comerte el mundo. Y nunca olvido una frase que ella siempre dice:- si ese puede yo también.
Hoy más que nunca, me demuestra todo esto, sentada sin poder andar, no hay nada que le impida mantener su alma en pie, mientras sus dedos durante horas pasan una y otra vez, el hilo por las agujas.
Cómo voy a saber quien eres si no sé tu origen.
El segundo motivo es porque es el complemento de mi padre. Mi padre me enseñó a contar historias y sacar de todo una lección, pero ella me enseñó la importancia de conocer el origen de cada persona. Me enseñó a no juzgar a nadie a la ligera, sin antes haber conocido su historia. Esto ha sido en muchas ocasiones un gran regalo.
Las últimas veces que la he visto, sentada frente al balcón, he pensado dos cosas:
-Cómo no te iba a elegir? si desde aquel 23 de abril de 1975, me enseñaste a comerme el mundo y a ver luz en la oscuridad.
– Cómo piensas que eres una carga? si no hay manera de pagarte todo lo que tú nos has dado.
Tan pequeña pero tan grande, así es mi Fina.