
El amor como la sal
Lo tenemos entre las manos en cristales
demasiado intrincados de descifrar
va a la sartén
sin pensarlo dos veces
se vuelca en el piso y es tan fino
que lo pisamos por todas partes
llevamos una pizca detrás de cada ojo
nos estalla en la frente
lo almacenamos dentro de nuestro cuerpo
en su odres secretos
y en la cena, lo hacemos pasar de mano en mano
mientras hablamos de las vacaciones y del mar.