Contra el desprestigo de la altura

Si la fascinación fuera hermana
de la cautela
el precipicio no tendría
un balcón.
No penséis en escaleras.
Preguntaos
si no es mejor abrir los brazos
y hacer que el cuerpo se adelante.
Si tuviera peldaños el azul
¿qué sería del águila?
Dejad que la cautela
encuentre su linaje.